A mis amigos y lectores que, siguen www.entornohumano.es :
¡¡Gracias¡¡
Explicaba a mi tocayo José Manuel R. Salinas en la última entrevista de ECV (Experiencias Cercanas a la Vida), una reflexión en la caí en la cuenta mientras se grababa la entrevista. A los 19 años, tuve que atender la partida de mi Abuelo, con ingreso de hospital en coma. Años después y, en el mismo hospital, sucedió lo mismo con mi Abuela. Varios años después, vino lo de mi Tía, también en el mismo hospital pero en esta ocasión fue diferente dando lugar a mi segundo libro (ECV). Recientemente, atendí la partida de mi Madre, después de un ingreso largo en otro hospital y, en esta ocasión, como persona mucho mas curtida y experimentada en el momento afrontar los días finales de un ser querido (tras de las despedidas de los familiares indicados).
Quizás, el hecho de ser hijo único, en mi caso llevaba implícito soportar la partida de mis seres queridos, incluso, tener que afrontar en soledad, decisiones importantes que les afectaban en su beneficio e iban en contra de mi ego.
Partir con dignidad y sin sufrimiento, de quien lo dio todo, queda muy por encima del vacío que deja en los que se quedan y, deben saber que, esto es precisamente causa de una reacción del ego, por miedo. El ego, en si es un programa que manipula al sujeto y, como tal, es un software que nos fue implantado por el sistema social dónde existimos desde bien pequeños. Su objeto es, que el Ser-Humano olvide quienes es y para qué vino. El ego, sabe que, cuando el contenedor humano que lo contiene y maneja perece, el ego muere, mientras que, nosotros como sujetos, volvemos a recuperar nuestra condición de Ser-Humano y, por consiguiente, abandonamos la materia física pero proseguimos nuestro camino hacia otro lugar dimensional, donde mudamos a otra piel pero, sin el ego que dejamos.
Sinceramente, pienso que, es inhumano alargar la agonía de alguien cuya existencia toca a su fin y, médicamente, no le queda otra solución al encamado que, seguir conectado a una máquina, a guías y agujas, goteros etc… que combaten el mal y, le dañan otras partes del organismo.
Agradecer por los momentos vividos y, reconocerle al ser querido el gran trabajo que hizo en su existencia, tanto consigo mismo como hacia los demás, le fortalece y da la paz necesaria, para superar los momentos últimos con serenidad y partir con dignidad. A su vez, ese acto Humano es recíproco, porque también dignifica y fortalece al que se queda tras la entrega de un gesto Humano para con otro Humano.
Escribir ECV, tuvo el propósito de ayudar a vencer el miedo a morir, pues en el fondo, estamos ante algo tan natural como lo es nacer. Ese momento crítico, es el comienzo del tránsito hacia otro espacio dimensional por natura de nuestra multidimensiaonalidad que, como Ser-Humano, recorre un camino que empezó antes de nacer, pasó por ingresar en el universo de la materia y, terminará de nuevo con e regreso al lugar espacial de donde salimos y es nuestra casa o, una de las miles de moradas que tiene el Padre.
Decía Santo Tomás de Aquino que: » Si el más alto objetivo de un capitán fuera conservar su barco, todos lo tendrían amarrado en puerto». Los barcos, no se construyen para que estén en puerto, sino para que surquen los mares y océanos. La Vida, es una suma de existencias pero a su vez, una gran aventura que en cada uno, quedó marcada con el ADN de la Creación.
NOTA:
Gracias a José Antonio y Antonio, mis amigos de Loja y compañeros de camino, por haber compartido estas fotos.