Uno de los mayores problemas que asisten desde siempre a esta vieja humanidad, son los desplazamientos poblacionales entre territorios.
No exentos de polémica en unos casos, son necesarios y bien recibidos cuando existe una demanda especializada en campos en los que un Estado- Nación, carece de profesionales. Pero su parte opuesta, existe con la inmigración de humanos, que buscan mejorar sus condiciones de vida fuera de su tierra y patria de nacimiento.
En ambos casos, el fin común es el mismo ; subsistir, pero ocurre que las circunstancias no suelen darse en el momento que se propicia un movimiento poblacional y las consecuencias, no deseadas.
Por ejemplo; España, en la época de bonanza y años anteriores a la explosión de la burbuja inmobilaria, dio trabajo en la construcción o en el cuidado de personas mayores y enfermos, a una inmigración necesaria dado que la cantidad de profesionales nacionales, no podía cubrir la demanda y así, desde diferentes partes del mundo, y sobre todo en Sudamérica y centro Europa, llegaron millones de personas, en busca de una mejora de condiciones de vida y también, de un aporte y ayuda familiar a cambio de producir.
Extrapolado a otros países, no podemos olvidar los de aquí, como la preparación de universitarios españoles, resultó de provecho su talento en países como: Alemania, Reino Unido, USA, Chile, Canadá, México, China etc.. donde jóvenes valores, encontraron un sitio de asiento para poder prodigar sus habilidades y cualidades pues este mundo globalizado, hace posible que con vuelos «low- cost» y un iPhone, un recién titulado, pueda abandonar su tierra y dejar atrás a su familia.
Estos ejemplos pueden ofrecer el lado «amable» de tener que buscarse la vida lejos de casa pero existe por contra, el lado oscuro y terrorífico del otro lado de la inmigración que es la «no deseada», la que no produce y termina deambulando con indocumentados por las calles en espera no se sabe muy bien de qué, pues una vez detenidos e identificados, se les notifica la orden de expulsión quedando libres y disueltos sin muchas opciones lo que les lleva, a vagar por Europa de forma clanddestina.
Una parte de ellos bien es cierto, llegaron aquí, de la mano de las mafias que
a su costa, hacen fortuna estimulando con la mentira y su ignorancia, alternativas de vida mejor a la miseria y así, muchos de ellos y de ellas, terminan pagando un alto precio a grupos de indeseables, inhumanos y demonios, que terminan pagando con la prostitución, top-manta, tráfico de drogas, robos y en definitiva delinquiendo.
Este, no es un problema menor, requiere de la implicación y de la honestidad de buenos gestores con ganas de trabajar, elevando un problema que afecta a un continente como Europa a los mas altos estamentos donde lo poderosos toman todo tipo de decisiones. Así, si estamentos como la ONU, tienen la potestad para validar la intención de invadir países, no es creíble que sean incapaces de tomar las acciones suficientes para exterminar a las mafias, que avivan la esclavitud, tratan a humanos como mera mercancía y se comportan como verdaderos negreros.
Estamos pues, ante un problema que no se redime desde la sensibilidad y «humanidad» de los que vivimos en los países de acogida, pues si nuestro sistema de adoctrinamiento social, le llevó dos décadas de continua formación para someternos bajo sus reglas, no se puede pretender que nada mas desembarcar o saltar la valla fronteriza, adultos sin papeles que ni siquiera conocen nuestra lengua y aparte están faltos de formación, consigan una ocupación que les permita integrarse en un sistema productivo cabalista.
Lo mas indignante y denigrante, está al ver como los políticos que mandan , facilitan la acogida por la codicia de que un día, el inmigrante recogido y su descendencia, serán por gratitud parte de sus votos. Mientras, abrir las puertas con lleva del gozo de subvenciones, de ayudas que en cuantía y condiciones, no reciben ni se ofrecen a los propios del lugar. Esto genera un profundo malestar, que termina germinando la denigración y por consiguiente, una forma de dividir más a la masa.
Desde la consciencia, el problema debe ser afrontado con las armas que el sistema dispone que son sus leyes. Si éstas no contemplan situaciones no previstas, deberán ser creadas primeramente pensando en el bienestar del pueblo que existe y protegen, pero no como hasta la fecha, como forma urgente de salir del paso sin resolver el problema.
Este asunto a resolver por los políticos en estamentos como el citado, no pinta bien pues ya de entrada, los homólogos de otros países que no están por la acogida de barcos errantes, a un diálogo que obliga a trabajar algo más de lo que acostumbrados por su inconsciencia.
Desde la consciencia, esta «inmigración no deseada» demanda coherencia, algo a lo que no está en el ADN de estos políticos, los mismos que dicen hoy blanco y mañana negro, los mismos que prometen bajar los impuestos para luego subirlos o mejorar las pensiones para terminar practicando su congelación. Ellos son los que esconden bajo la alfombra las verdaderas intenciones, que tras el silencio contienes intereses de grupo (mas los personales), ayuda al negocio de grandes empresas que venden armas y financian guerras en países esos países de procedencia, para provocar desplazamientos poblaciones que se conviertan en dramas humanitarios de los que sacar partido con la pata de las mafias, capaces de usar la miseria que sufren seres humanos, como un arma para negociar acuerdos entre países, mientras de cara al público callan por no destapar lo que ocultan.
Este tipo de movimientos, también, suelen llevar oculto las invasiones silenciosas que en el caso musulmán, no lo es tanto, pues basta recordar las palabras del expresidente argelino Huari Bumedian ; «…Con el vientre de nuestras mujeres conquistaremos Europa» o las palabras del líder libio Gadafi, donde recordaba a Europa, que Libia, era el muro de contención de un éxodo a Europa de inmigrantes sud-saharianos, en espera paciente.
Y así está sucediendo , desde el momento que la guerra llevó a Libia a su destrucción, una guerra promovida precisamente por el sionismo-judio y los países que lo secundan; Reino Unido, Francia o España. De esas tempestades, hoy tenemos esos lodos y no es coincidencia, que en plena negociación por el acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos, estemos viviendo momentos trágicos manejados por intereses de la energía del sufrimiento de los demonios.
MAYODEL68
NOTA:
Huari Bumedian, ex Presidente de Argelia, dijo en un famoso discurso pronunciado en 1.974 ante la Asamblea de la ONU:
“Un día, millones de hombres abandonarán el hemisferio sur para irrumpir en el hemisferio norte. Y no lo harán precisamente como amigos. Porque irrumpirán para conquistarlo. Y lo conquistarán poblándolo con sus hijos. Será el vientre de nuestras mujeres el que nos dé la victoria. Al igual que los bárbaros acabaron con el Imperio Romano desde dentro, así los hijos del Isla»m, utilizando el vientre de sus mujeres, colonizarán y someterán a toda Europa.”
El iman Al Qadarawi, en 2.005 hizo esta declaración:
“El Islam volverá a Europa como conquistador victorioso tras ser expulsado de ella dos veces, una desde el sur, desde Al Ándalus, y la segunda desde el este, cuando llamó a las puertas de Atenas. Conquistando Europa, el mundo será del Islam”. (el imam Al Qadarawi, parece que confunde Atenas con Viena).
El líder libio Muammar el Gadafi habia dicho más recientemente:
“Hay signos de que Alá garantizará la victoria islámica sobre Europa sin espadas, sin pistolas, sin conquistas. No necesitamos terroristas, no necesitamos suicidas, los más de 50 millones de musulmanes en Europa la convertirán en un continente musulmán en pocas décadas