DESDE EL OTRO LADO

«A mi tía María Dolores, por haber tenido el privilegio de ser su guía en este lado, días antes de su reciente partida«.

MAYODEL68

 

Desconozco el cómo pero se que estuve allí.

El lugar no puedo describirlo con claridad pero lo cierto es, que se respiraba paz, mucha paz.

Un ser bellísimo alto, muy alto y rubio de larga cabellera me esperaba para guiarme. Vestía una especie de blusón largo y suelto, de color blanco inmaculado y doblez en los puños, con marcado color dorado.
Ante el desconcierto de la situación que estaba viviendo, el guía, consiente de mi desorientación, se aproximó y me dijo:

-No temas, no te va a pasar nada, ven y sígueme hacia la luz.

Comencé a caminar y con cada paso, sentía un equilibrio inestable. Mirando al suelo vi que pisaba tumbas de las que se incorporaban unas momias, que levantaban sus brazos con ademán de saludo o quizá, tratando de cogerme. Sin detenerse el ser alto y rubio, giró su mirada y me dijo:

– No les temas, que no te harán daño.

Atónita por la experiencia, ambos seguimos caminando por el túnel de luz blanca cuya luminosidad, iba in crescendo a cada paso hasta que de repente, el guía se detuvo y me dijo:

-Ahora, debes continuar hacia la luz blanca tú sola.

Rotundamente me negué, pues bajo ningún concepto quería abandonar ese maravilloso lugar de paz que me encandiló, sin saber aún cómo llegué hasta él.Ante mi decepción por tener que retornar, el guía me dijo:

-Debes regresar, nos volveremos a encontrar muy pronto.

Alzó su mano despidiéndose para acto seguido, despertar en la sala de reanimación del hospital donde me sometí a una compleja operación de columna“.

Experiencia cercana a la «Vida», de mi tía María Dolores.

El relato que termina de leer, puede interpretarse como un sueño o una realidad, todo depende del estado de expansión consciente que tenga el lector.

Como la amplitud de la consciencia es  abarcativa, el texto puede interpretarse desde tres puntos de vista: el del profano, el del iniciado y  el del maestro.

En el caso del profano, tendrá una o varias respuestas lógicas acordes a la fantasía,  incredulidad o escepticismo. Este estado de consciencia encuentra respuestas tomadas a través del centro intelectual y puede que asuma que lo vivido, es fruto de la anestesia aplicada a mi tía en el momento de la  operación.

En cambio para el iniciado, con una esfera de consciencia mucho más amplia, tendrá otro tipo de visión superior a lo convencional,  al apreciar la  entrada en acción del mundo onírico, donde toma las riendas la esfera de consciencia  para desplazarse por otro tipo de  realidad de la subjetiva donde coexistimos en el ciclo de la vigilia.

También le llamará la atención, toda la simbología asociada a elementos arquetípicos del sueño, donde se entremezcla la imagen de las tumbas que bien puede ser una referencia a la desconexión del cuerpo físico, las momias como una alusión a la podredumbre de lo material y la figura del guía, como enlace con  el alma del que abandona este espacio matricial físico, para adentrarse en otras realidades propias de los Mundos Superiores.

Finalmente queda la interpretación del maestro vista desde fuera de la caja, propia y lógica de un proceso natural que nos han ocultado, donde la vida continua tras la muerte y lo experimentado (en este caso por mi tía), es la confirmación de la existencia de realidades fuera de nuestro espacio y tiempo, pertenecientes a los Mundos Superiores y del Espíritu.

Como expuse en el libro “Encarnar en la ilusión”, en los asuntos de la Creación, nada queda librado a la suerte ni el azar, pues todo está ligado entre si y fue previsto por la propia divinidad en la llamada “ecuación de superlatividad ”, razón por la que Albert Einstein afirmara la célebre frase: “Dios no juega a los dados”.

La repentina hospitalización de mi tía con el desenlace final de su partida, conlcjuyó el pasado 14 de julio de 2017, tras 19 días de angustia clínica.

Durante todos esos días en el hospital y en las visitas que a ratos pude asistirla, tuve la oportunidad de prepararla para el momento tan temido a la continuidad de un viaje hacia lo desconocido.

Mas allá de lo frío,  macabro y duro que pueda resultarle, puedo asegurar que la naturalidad de lo tratado y transmitido, tuvo el éxito de devolverle la esperanza de paz y tranquilidad experimentado en ese “sueño”.

Buen viento, y buena barca

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