La economía tradicional ha sufrido a lo largo de su historia, mutaciones que van del mercantilismo de los siglos XV y XVI aplicados al ámbito local, pasando por el productivismo industrial en la era de la máquina de vapor ampliado al ámbito internacional, y ahora estamos en una tercera transformación del sistema, con un monstruo de apetito insaciable y voraz en manos de la banca privada y sus mercados dentro de un reino llamado Especulación.
El mal de esta humanidad, no radica solamente en la inconsciencia de un colectivo humano sumido en el sueño de la falsa realidad ilusoria y comodidad del apático burgués. El mal radica en el sionismo cabalista que rinde culto al falso dios Yhavé, que se define como una deidad celosa, vengativa, que gusta de alabanzas, de la rendición de culto y la adoración a través de las religiones que lo representan.
El cáncer sionista languidece y es consciente, que se encuentra en el tiempo de descuento siendo esta una razón, de porqué este sistema social vive bajo la presión y sofoco de las prisas, las urgencias, la consecución de resultados cortoplazistas bajo una consigna obsesiva que parecer rezar que lo que no se consiga hoy, no se conseguirá mañana.
¿Por qué tanta prisa si todo lo que ganan no se lo van a gastar los poderosos dueños de grandes corporaciones?
¿Dónde quieren llegar a parar?
La respuesta radica en la base religiosa judía, donde su fé originaria, no creía en el mas allá y que en la muerte, todo acaba y el alma se traslada al “Sheol”o lugar donde moran las almas rebeldes y olvidadas. Hasta bien pasado el tiempo y con la influencia filosófica de la Grecia de Platón, algo cambia y introduce el concepto del espíritu, dentro del judaísmo.
Esta es la razón, por la que todo gira tan deprisa y es por lo que pareciese, que el tiempo se acaba y el mundo se termina. En el fondo, la preocupación de los oscuros e hijos de las sombras, tiene su razón de ser pues es así como funciona el universo que bajo el signo del sufrimiento han creado y en el que la inconsciencia colectiva, ha colaborado.
Esta mutación del paradigma económico dentro del contexto mundial, hace que desde hace pocos años, sea el lobby bancario y su sistema especulativo, quien tome el mando y decida que valor tienen las cosas.Confunden el significado de cubrir una necesidad por el interés de convencer, que poseer deseos se convierta en una necesidad a satisfacer:
“Compre su casa con una hipoteca a 50 años. Endéudese sin problemas que sino termina con ella, la engancharán sus hijos”
Pero la especulación, necesita para desarrollarse y surtir efecto, que el sistema esté en continuo crecimiento y expansión pues como depredador despiadado, necesita fomentar la competencia y hacer carreras entre competidores pues lo que le importa, no es el bienestar social sino ganar el máximo posible en el menor tiempo posible.
Para poder orquestar este propósito, uno de los estímulos que favorecen la expansión, y que por consiguiente le permite mantener la ilusión y la falsa realidad, está en la tecnología y los avances tecnológicos.
Investigación y desarrollo mas una Ley de Obsolescencia, consiguen estimular para que el mercado permanezca en continua renovación de productos tecnológicos, como pieza clave para mover la especulación y de paso, sodomizar a la masa con avanzadas aplicaciones que bajo el reclamo de permanecer comunicados, han sustituido la llamada de voz y el sms, por una conexión móvil de internet enlazada a herramientas sociales, con un solo «click» desde la palma de la mano. Esto último, es promovido por los círculos de poder, que diseñan y marcan las tendencias de lo que vendrá, y deciden como se debe enfocar para consolidar la apatía y comodidad del burgués.
La tecnología puede ser beneficiosa y buena si uno la domina, pero puede ser un arma de manipulación social , si permitimos que nos controle.
Anexo de fragmento de última entrevista a Carl Sagan:
MAYODEL68